CRÓNICAS NEGRAS: EL SUCESO DE LA MATANZA DE PUERTO URRACO.

En una apartada pedanía a 9 kilómetros del municipio español de Benquerencia de la Serena, perteneciendo a la comarca de La Serena y al Partido judicial de Castuera de la provincia de Badajoz y así mismo de la comunidad autónoma de Extremadura, existe una pequeña aldea llamada Puerto Hurraco, dedicada su economía a la aceituna, el grano y a la cría del cerdo y la oveja, contando con 75 habitantes durante los meses de otoño, invierno y primavera, ascendiende el número de éstos en verano hasta los 170, según el I.N.E. de 2009, que a pesar de asemejarse a un pequeño pueblecito español olvidados y hasta denominados 'de mala muerte', un suceso funesto ocurrió con la muerte de unos cuantos de sus habitantes a tiros por dos de sus paisanos. 

Su topónimo atractivo o quizá llamativo de 'Puerto Urraco', a maneras hasta simpáticas, no seria famoso por si mismo, si no hubiese ocurrido un crimen de los tildados de masacre, pasando primero a las noticias diarias y luego a trascendencia de analización periodística nacional y cíclicamente llegando a instalarse en la cultura popular española como un hecho famoso.

Sucediendo el 26 de agosto de 1990, a última hora de la tarde, un domingo en ese pueblo profundo de Ba­dajoz con 205 habitantes censados en aquellas horas y protegido por dos montes ne­gros, los hermanos Emilio y Antonio Izquierdo de 56 y 58 años, respectivamente, se apostaron en un callejón de los típicos de pueblo español solitario con sus escopetas de repetición cargadas, disparando sus cartuchos a sangre fría sobre unas quince personas, matando a nueve de ellas en ese mismo momento, acabando el computo de falleciendos con seis muertos más a la fecha del 10 septiembre, marcando por la tragedia al pueblo y a toda España, calificado como hecho estrafalario y algo correspondiente a una similitud de 'venganza' y como hacer libremente un ajusticimiamento por 'su propia mano', siendo una de las 'crónicas negras' más comentadas y más oscuras de aquellos AÑOS 90.


Cuando acabaron de disparar sin distinción, los dos hermanos contra aquellas personas que se encontraban en esa calle casi sin asfaltar, intentaron huir al monte, sin remisión.

Una patrulla de la Guardia Civil, compuesta por dos miembros acudió desde Monterrubio de la Serena, a 10 kilómetros de Puerto Hurraco, siendo recibida a tiros por los hermanos Izquierdo, al poco tiempo de realizar la matanza, hiriendo de muerte a los dos agentes de la ley.

Ya fugados, escondiéndose en el campo olivar abierto cercano del puebli fueron sorprendidos por otros Guardia Civil quienes los apresaron y llevaron al juzgado de Castuera, para encerrarlos a espera del dictamen judicial y forense.

El balance final fue de 9 muertos y varios heridos, entre éstos, los dos primeros guardias civiles que acudieron a detenerlos muertos más tarde tras las heridas infligidas por los disparos de los hermanos Izquierdo, qué según las conclusiones en el juicio, mediatice como picos, salto a la opinion publica que fueron decididos a asestar un golpe de venganza a la familia Cabanillas, quienes eran enemigos desde los AÑOS 60, disparando contra todo lo que se moviese en la aquella calle, donde sabían que podrían encontrar a miembros de sus enemigos.

Emilio huyéndo al monte después de descargar sus cargadores y Antonio quedándose allí todavía un peqeño rato, hasta agotar los suyos, se dedujo que dos de las hijas pequeñas de Antonio Cabanillas, de trece y catorce años fueron las primeras en caer, siguiendo con los demás que se encontraron allí presentes.
Tal vez como se suscribió en el juicio, la venganza con alevosía que se desató en Puerto Hurraco, podría haberse ocurrido antes o después, dándose como el motivo detonante del fatal desenlace de ir a buscar muerte, por la causa de incendio, al parecer intencionado, el 18 de octubre de 1984 de una de las casas de la propiedad de los Izquierdo, en el que murió la madre de los dos hermanos, atribuyéndo la família el suceso a los Cabanillas.

Los Cabanillas, anteriormente habían sufrido el apuñalamiento de uno de sus miembros familiares, por parte de un miembro de los Izquierdo, manteniendo ya discusiones por otros causas, siendo la crispación final y el ápice de acabar con todas de sus rencillas.

Las tensiones entre las familias Cabanillas, apodados 'Los Amadeos' y la otra familia Izquierdo llamados 'Los Patas Pelás' se recuenta a una disputa verbal de lindes (demarcación de terrenos y propiedades) en 1967, cuando Amadeo Cabanillas entró con el arado en una finca de Manuel Izquierdo en Puerto Hurraco, ocurriendo entonces una historia de amor no correspondida entre el propio Amadeo Cabanillas y Luciana Izquierdo; ambos enamorados en un principio, pero finalmente el hombre rechazando casarse con la mujer, afectó mucho a Luciana y su parentesco, terminando pocos días después de este repudio amoroso, el 22 de enero de 1967, el futuro novio Amadeo Cabanillas fue asesinado a manos de Jerónimo Izquierdo, el mayor de los hermanos Izquierdo, quien ingresó en prisión por su crimen cumpliendo condena durante 14 años, y nada más cumplir su encarcelacion en 1986, regresó a Puerto Hurraco para vengar la muerte de su anciana madre, Isabel Izquierdo Caballero,​ fallecida en un incendio en su vivienda comentada, situada en la calle Carrera nº 9 dos años antes.

A pesar de que la investigación policial no halló culpables, una familia se culpaba a la otra, por lo que Jerónimo intentó asesinar a Antonio con un cuchillo, hiriéndole de gravedad, aunque consiguió sobrevivir. Por este hecho, dos añis antes despues de realuzarse el juicio, Jerónimo Izquierdo ingresó en un psiquiátrico, el 8 de agosto de 1986, muriendo nueve días después.

Mapa situación.


En el juicio de la masacre final de enero de 1994, los dos hermanos Izquierdo que dispararon contra sus vecinos fueron condenados a 684 años de cárcel y 300 millones de pesetas de indemnización. resaltándo el magistrado, que: 'su inteligencia estaba dentro de lo normal, hecho que quedó corroborado en que fueron capaces de manejar un rebaño de unas mil ovejas, tenía fincas arrendadas y que poseyendo, con una crisis económica  que atravesaba el cuidado del campo, una cartilla de 10 millones de pesetas', además añadió, que 'los acusados ​​perfilaron un <plan de aniquilamiento asesino> del mayor número de habitantes posibles de la localidad de Puerto Hurraco', 'eligiendo el callejón y la noche exacta porque conocían las costumbres de sus vecinos y sabían que esa hora en ese lugar podrian matar a más gente',  destacando el juez, 'un primitivismo cultural y un empobrecimiento afectivo cignitivi que determinaba el desprecio por la vida humana' y 'los acusados ​​alimentándose se sus propias fobias y obsesiones debido a un aislamiento anormal y social, su convivencia de grupo cerrado, les llevaron a conspirar contra sus conciudadanos'.


Al principio, la fiscalía imputó a las hermanas Ángela y Luciana Izquierdo (de 62 y 49 años respectivamente), las hermanas como las suplicas inductoras del crimen, sin embargo, años después fueron exculpadas al no encontrar el juez pruebas que demostrasen su implicación directa en los hechos criminales, aunque, fueron ingresadas en el Hospital Psiquiátrico de Mérida por recomendación médica, ya que los diagnósticos de un proceso de valorizacion, sufrian un sindrome paranoide y trastorno delirante compartidos como relacionados con la venganza por la muerte de su madre Isabel Izquierdo, seis años antes del mortal incendio.

El 13 de diciembre de 2006, el mayor de los hermanos Izquierdo, Emilio, que era el alcalde de Puerto Urraco en el momento de la masacre asesina, falleció en la cárcel de Badajoz a los 72 años de edad, padeciendo problemas de corazón y murió por causas naturales en su celda, donde fue hallado por un funcionario.
Su hermano, Antonio Izquierdo, se suicidó en la cárcel de Badajoz el 25 de abril de 2010, también a la edad de 72 años.
Las dos hermanas, Luciana y Ángela, fallecieron en 2005 con sólo diez meses de diferencia a la edad de 77 y 64 años respectivamente.

Todos estos fatales acontecimientos, se representaron en la película "El Séptimo Día" (2004), dirigida por Carlos Saura con guion de Ray Loriga, basandose en lis hechos ocurridos, entrenándose catorce años después de los hechos, su pase por la cartelera española fue calificada de mediatica, pero de resultado no tan expectante.

También fue la inspiraron de la canción 'Veraneo en Puerto Hurraco' del grupo 'punk-rock-rap' español Def Con Dos, tratando de manera sarcástica, muy en su onda critica el hecho acontecido.